Brownie de chocolate con plátano y nueces

Hoy os presento otro delicioso postre del recetario de Cocina conmigo para Nintendo DS. El brownie, de origen estadounidense, es muy fácil de preparar y está delicioso. ¡Éxito garantizado, hoygan!

Dificultad: Muy fácil.

Tiempo de preparación: 60 minutos incluyendo el tiempo del horno.

Ingredientes (para 6 personas):

• 225 g. de harina de repostería.
• 75 g. de cacao en polvo.
• 12 g. de levadura de repostería.
• 225 g. de mantequilla sin sal (se puede usar una con sal, pero es posible que el brownie quede algo empalagoso).
• 3 plátanos.
• 75 g. de nueces picadas.
• 75 g. de chocolate con leche.
• 4 huevos y medio.
• 150 g. de azúcar moreno.

Elaboración:

Para empezar, ponemos el horno a precalentar a 170º. Tamizamos la harina junto con el cacao en polvo y la levadura. Los plátanos se cortan en rodajas de unos 5 mm. (naturalmente, hay que pelarlos primero ;D).

Batimos los huevos y les añadimos el azúcar moreno. Removemos hasta que la mezcla se ponga blanquecina, y entonces le añadimos el chocolate y la mantequilla previamente derretidos. Mezclamos todo bien y le añadimos el plátano y las nueces.

A esta mezcla le añadimos la mezcla de harina tamizada que teníamos preparada. Hay que mezclar bien todos los ingredientes, procurando no dejar grumos. Ponemos papel de horno en un molde cuadrado y vertemos la mezcla en él. Alisamos la superficie y lo metemos en el horno, donde lo dejamos hacerse unos 30 minutos. Cuando pase este tiempo, la forma de saber si está listo es clavarle un pincho o un tenedor. Si al sacarlo no se queda nada pegado, ya tenemos nuestro brownie a punto. Sólo falta dejarlo reposar y enfriar un poco, y enseguida estará listo para servir.

Notas:

No hay ninguna ley que prohiba usar otra fruta distinta del plátano. Para mi gusto, el plátano y el chocolate casan perfectamente, pero supongo que se podría experimentar. Incluso se puede hacer sin ninguna fruta en absoluto, pero pierde algo de gracia.

Mi sugerencia de presentación es servirlo acompañado de una bola de helado de vainilla (o de nata) y echarle por encima sirope de chocolate. Es una auténtica delicia. Con un postre así te pringas poco, quedas genial y encima está buenísimo. ¿Qué más se puede pedir?